25 junio 2011

Strange

Apareció irrumpiendo en mi cabeza cual torbellino.

Descolocando el mobiliario situado en mi mente.

Arrollando todo a su paso, armando el caos en cada rincón.

Y entonces me di cuenta ¡Pamm! Se encendió la bombillita,

unas luces cegadoras a modo de cartel publicitario desfilaron ante mis ojos.

Estaba claro. No había vuelta de hoja. No había alternativa, ni ese otro camino de salvación.

Sin indicaciones, sin miramientos, sin situación de amparo posible.
Había llegado, y lo hizo para quedarse.